Enseñar a los adolescentes a cuidar a los demás y ser empáticos les ayudará a establecer buenas relaciones sociales. No tenerla puede llevar a conductas poco comprensibles para la mayoría y a una gran discapacidad, y en algunas personas incluso a desencadenar agresividad o violencia. La falta de empatía es un posible factor de riesgo para el desarrollo de conductas antisociales como el bullying o conductas agresivas. Cuando la persona que produce ese tipo de conductas no es capaz de reconocer ni identificar la situación en la que se encuentra la víctima y no siente ni culpa ni pena no verá ninguna razón para cambiar y continuará realizando ese tipo de conductas.

En nuestro centro en los últimos años han aumentado los casos de agresiones entre los alumnos y de posibles casos de bullylling. Pensamos que trabajando la empatía desde el entorno más inmediato del alumno (el colegio) hasta otros entornos más lejanos, estamos contribuyendo a la educación plena de nuestros alumnos para que se relacionen con éxito con los demás miembros de nuestra especie y de la sociedad, permitiendo así una convivencia sana respetándose los derechos, libertades y necesidades de cada uno de sus componentes. De ahí la importancia y la necesidad de trabajar esta habilidad en nuestro centro educativo.